Estimado amigo
Para
empezar, quiero que sepas que no uso el término “amigo” como un
recurso demagógico. No estoy optando a ningún cargo público, y de
hecho, tengo amistades de tu tendencia política. También conozco gente
que cortó cualquier vínculo afectivo conmigo o al menos se
distanció de mi por mi forma de ver la vida, así como enemigos que
me gané de gratis por emitir opiniones incómodas para ellos.
Personalmente, no considero correcto quedarme callado para conservar
un trabajo o una amistad, aunque entiendo que debe existir respeto.
Espero estemos de acuerdo en ese punto.
Reconozco
que muchas veces no he expresado mis opiniones de la mejor manera. A
veces uno cae en el error de ser ofensivo, lo cual es
contraproducente cuando uno quiere convencer a alguien, se tenga o no
se tenga razón. Por supuesto, más de una vez me sentí agredido y
reaccioné visceralmente. En todo caso, si has sido insultado por
alguien que ha dicho cosas como “chavista, muérete” o
simplemente te han llamado “Imbécil” te diré algo: me siento
igual cuando me llaman “fascista” , “imperialista” o
“apátrida”. Creo que nos estamos entendiendo. Ojalá sea así.
Quiero
también aclarar lo siguiente. Como seguidor de mi doctrina, el
pensamiento liberal, me encantaría conseguir más adeptos e incluso
contribuir a que algún día ¿por qué no? ganemos elecciones. Soy
sincero. Pero en este momento no me interesa si te conviertes en
opositor o liberal. Me interesa que seas crítico, que seas
tolerante. Porque soy contrario al socialismo radical, pero te diré
algo: respeto sobremanera a la gente que saca sus propias
conclusiones, y espero el mismo respeto hacia mi.
Respeto,
por ejemplo, a gente como Teodoro Petkoff (seguro lo detestas por
venderse al imperio, tengo amigos que lo detestan por ex guerrillero
y ñángara) quién escribió un libro como aquél sobre
Checoslovaquia, en el cual se oponía al stalinismo y a la rigidez que le
enseñaron los comunistas dogmáticos. Mi padre (socialdemócrata) tiene también
una frase que me gusta mucho: “el peor “ismo” es el fanatismo”.
Se puede ser creyente en una ideología al 100% y a la vez respetar
los derechos de quienes disienten.¿No te parece?. Créeme, hay gente
que está de acuerdo conmigo cuando hablamos de Adam Smith, pero no
entiende ese punto. Me dan pena.
Pero
aparte de eso, más allá de nuestra tendencia política, pienso que
no debemos permitir la sinvergüenzura. Hay quienes dicen, por
ejemplo, que Antonio Guzmán Blanco (el Ilustre Americano, fue bautizado por el Congreso de la época, de forma pomposa y hasta ridícula) era liberal, mientras
otros no lo ven así. Pero de haber yo existido en aquélla época,
hubiese criticado sus marramucias y corruptelas, aunque le estuviera
dando armas al Partido Conservador. Cambia lo de “Partido
Conservador” por “La Derecha” y te sonará familiar lo que
acabo de escribir. Definitivamente, lo hubiese cuestionado igual,
aunque le diera becas a artistas como Arturo Michelena o convirtiera
a Caracas en una pequeña París. Espero que aceptes que no cualquier
cosa por estar dentro de las líneas de tu partido es buena.
Creo,
entonces, que estamos de acuerdo en varios temas: debemos respetar al
otro, debemos ser autocríticos y liberarnos de dogmas, no podemos
aplaudir todo lo realizado por un gobierno sólo por estar
constituido por gente de nuestra organización política. Quiero
decirte algo, aunque tengo fe en nuestro entendimiento: no tengo fe
en las buenas intenciones del gobierno al cual apoyas, porque tu eres
una cosa y el gobierno otra. Porque no siento que pueda dialogar con
ministros, congresistas e incluso, con el presidente, haciéndolos
entender mi razonamiento. Ganar unas elecciones (no te voy a decir
nada de mi posición ante el CNE) con poco más de la mitad de los
votos y empezar ofendiendo a los perdedores no es un buen comienzo.
¿Recuerdas
la parte de los insultos?. Bueno, tu y yo nos entendemos. Pero hace
unas horas vi al presidente Nicolás Maduro catalogando a sus
adversarios como insectos, en un discurso donde se supone llamaba a
la paz. Es algo que yo no puedo cambiar, porque no soy gobierno, nisiquiera tengo voz ni voto en el parlamento. Y al
igual que Nicolás Maduro hay ministros, congresistas, gobernadores y
alcaldes poco dispuestos a entender eso del respeto. Al momento de
escribir esta carta, hubo un problema en Chacao, y no se a ciencia
cierta si fue causado por “infiltrados” o por opositores
temperamentales. Pero al menos me lo estoy preguntando ¿tu te lo
preguntas o te creiste la versión oficial apenas la escuchaste?.
Pero eso sucedió horas después de unas declaraciones presidenciales
algo torpes. Internet permite la información libre de rumores, pero
también es un inmenso archivo actualizable todo los días. Si no
sale ahí, seguramente no existe. Imposible olvidar cuando los recuerdos están en los servidores.
A
estas alturas, espero haberte hecho pensar. Quién sabe, posiblemente
hayan coincidencias desde nuestras aceras ideológicas. Hay problemas
que a ambos nos afectan, como el hampa, la escasez y la devaluación,
pero estoy claro: para ti las causas son unas, y para mi son otras.
No creo en eso de “cada quién tiene su verdad”, porque la verdad
es una sola, la tuya o la mía. El verdadero diálogo, no la
negociación oportunista, sino la confrontación productiva de ideas, nos puede
ayudar a encontrar la solución al problema, aunque no lo creas.
Espero entiendas todo eso, y si no lo entiendes, esta carta no era
para ti.Posiblemente te siga escribiendo luego. Saludos
Atte
Ernesto
Soltero
Ciudadano
de a pie
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