Mi amigo Carlos Salmerón, entre otras cosas ex vocalista de la agrupación de punk cumanesa Relleno Sanitario, publico hace poco un post en facebook recordardo el aniversario del primer álbum de la agrupación Atari Teenage Riot.
Ello me animó no sólo a compartir su post, compartido con el fin de recordar una efeméride musical, sino también a escribir una reflexión en mi muro de facebook.
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Delete Yourself: ruido para oídos binarios
La gente que habla, en el 2021, de hacer resurgir el punk, debería escuchar este álbum, el cual cumple 26 años.
Un grupo alemán que hizo, en 1995, el punk del futuro. Un sonido quel sigue sonando fuerte más de dos décadas después. Una experiencia auditiva la cual sólo puedes soportar si te dejas envolver por su atmósfera agresiva.
Desde sus inicios, Atari Teenage Riot han hecho una música (o anti-música) violenta, adelantada a sus tiempo, y bastante vigente aun en esta época, dominada por géneros cómo el reggaetón.
Debemos reconocer qué, más allá de nuestro criterio musical, está claro que los jóvenes de hoy, nativos digitales, crecieron no sólo con celulares inteligentes, sino también con música artificial y mecánica. Dificilmente se exitarán si les pones algo tan vintage cómo Led Zeppelin, pero...¿Qué tal si le mostramos algo comprensible para sus oidos binarios?
Personalmente estoy seguro, más qué seguro, de que si un joven reggaetonero (o "trapero") escucha esta joyita, cuyos sonidos de guitarra (provenientes del thrash metal y el punk, principalmente) son disparados por un "sampler", en compañía de "beats" acelerados y ruidos electrónicos, algo sentirá, no importa si le gusta o si lo rechaza. Sentirá que le volaron los tapones.
La pandemia actualmente nos tiene confinados. Somos espectadores de supuestos conciertos y festivales de música online. Vivimos una distopía cyberpunk. Yo me muero por poner canciones así en cualquier fiesta de carajito, arriesgándome a cualquier tipo de reacción.
Estoy seguro de qué, el el peor de los casos quizá hasta me tirén cosas, pero me sentiré como en los años´90, cuando le puse un casette de Sex Pistols a mis amiguitos metaleros y me decían "pana, no soporto esa voz ¡quita esa vaina!" y yo cagándome de risa, porque al fin había encontrado algo que les molestaba, aunque fuera de tiempos más antiguos...
