Saturday, May 18, 2013

Las inconsistencias de Luis Britto, o cómo hablar mal del fascismo y quedar en evidencia

Luis Britto cayó en la tentación totalitaria, y no se dio cuenta


A Luis Britto García le tengo mucho respeto. Puedo decir, por ejemplo, que el capítulo dedicado al punk en su libro El imperio contracultural: del rock a la postmodernidad es uno de los escritos más serios y acertados que se han escrito en Venezuela sobre ese movimiento. En el plano literario, su libro Rajatabla es una obra maestra en la cual se pueden encontrar esas dosis de humor negro que comparte con su -todavía- amigo Otrova Gomas. Además, es un hombre que pese a su acervo intelectual y su postura izquierdista, no tiene problemas en reconocer su gusto por los comics o el cine de ciencia ficción. Pero Luis Britto sigue militando, 14 años después, en las filas del oficialismo, y es ahi cuando empiezan nuestras divergencias.

Recientemente se publicó en la prensa nacional, a manera de anuncio pagado por el Estado, un escrito panfletario de Luis Britto García sobre el fascismo. Puedo entender que su opinión al respecto difiera de la mía. Después de todo, para un liberal fascismo y socialismo son casi lo mismo, mientras que para un socialista el fascismo es un derivado del capitalismo. Pero aun así, hay algo que sigo sin entenderle al Sr. Britto: ¿de verdad cree que el chavismo se está enfrentando a una oposición facha? Porque de hecho, cuando Luis Britto habla de fascismo, parece estar hablando de socialismo del siglo XXI.




Lo opuesto se atrae...sobretodo cuando se parece mucho


En su panfleto sobre el fascismo nombra elementos que, a su juicio, son clave para definirlo. Por ejemplo, el hecho de que el fascismo y el nazismo tengan un origen minoritario, elitesco. Lo mismo se puede decir del socialismo, empezando por el mismo Marx que era un burgués. Además, la mayoría de las revoluciones socialistas (coloquialmente llamadas comunistas) fueron producto de la acción armada de grupos minoritarios que tomaron el poder, con intelectuales que nunca cargaron una cabilla pero se autonombraron “representantes de la clase obrera”. Excepciones existen: Salvador Allende fue electo democráticamente con 36% de los votos, lo cual no representa la mayoría de un país, sino el pedazo más grande de una torta picada en varios pedazos. Pero además, tratar de hacer un paralelismo con la oposición venezolana (que según cifras oficiales es de 49%) es torpe.

El otro punto importante es el de la alianza entre Estado y capital, lo cual se supone diferencia al socialismo radical del fascismo en el plano de la economía. ¿Que tal si hablamos de Gustavo Cisneros, un multimillonario que no ha sido expropiado ni ha perdido las concesiones de sus medios de comunicación por tener buenas relaciones con el gobierno?¿que tal si tocamos el tema de la boliburguesía, esa élite económica que se ha formado a través de privilegios estatales?.

El racismo y la xenofobia son otros elementos característicos del fascismo, aunque cabe agregar que varían según el país. En el nazismo patria y raza se confunden, por ejemplo, pero si hablamos de franquismo, España no es una unidad racial, sino cultural, que se propaga incluso a hispanoamérica. No por ello deja de ser chovinista, y la revolución bolivariana, en su afán de luchar contra lo que llaman “cultura dominante” también es chovinista. Tratar de crear una identidad homogénea en un país multicultural, en el cual comerse un perro o una pizza es tan común como comerse una arepa, en el cual una rubia de ojos verdes es tan común como el indio o el “afrodescendiente” es otra variante del fascismo.


Otro aspecto importante es la tendencia que tiene el socialismo del siglo XXI en buscar la identidad de un pueblo contando una versión mitificada y parcializada de la historia. Ya nisiquiera se trata de historias épicas al estilo de Venezuela Heróica, sino de próceres que lucharon por el socialismo cuando Marx ni siquiera había nacido. El culto al héroe se exagera al máximo. Las velas y tabacos encendidos en nombre de Bolívar ahora son religión de Estado.

Pero hay otro aspecto importante en el cual el Sr. Britto hace enfasis, sin darse cuenta del error que comete: el aspecto de la violencia. La violencia no es algo que diferencia al fascismo del socialismo, porque de hecho, así como el fascismo tuvo sus campos de concentración y sus masacres ¡el socialismo también!!!. Luis Britto García parece olvidar las atrocidades de Stalin, Mao, Pol Pot y el mismísimo Fidel Castro. Muertos que para el escritor venezolano no deben ser importantes, pues, el fin justifica los medios, sobretodo si ese fin es algo tan loable como la utopía socialista. Ese argumento podría ser utilizado por los fascistas a su favor. ¿Acaso Hitler no exterminó gente por su utopía “aria”?. Y no hablo del culto a la personalidad porque ya el tema se ha tocado demasiado...

El Sr.Luis Britto García puede dar clases de historia y de filosofía política. Puede hacer el esfuerzo por distinguir fascismo y socialismo, y de paso, justificar la lucha del gobierno contra la oposición por considerarla fascista. Pero sus argumentos parecen más bien definir el verdadero nombre del chavismo: Nacional-Socialismo del Siglo XXI. Aunque los socialistas radicales (o comunistas) a veces no se diferencian mucho.

Saturday, February 16, 2013

La “Derechimba” fascista…o el descubrimiento del agua tibia


Estoy seguro que mis lectores se preguntarán (si es que todavía me quedan lectores en este blog, porque tengo mucho tiempo sin actualizarlo) de qué diablos estoy hablando. A los venezolanos no hace falta explicarles el juego de palabras, una contracción donde se mezcla la supuesta tendencia de un grupo político con el femenino de la palabra “chimbo”. En cuanto a mis seguidores en el extranjero (que los tengo, aunque no soy Oppenheimer, lo sé) cumplo con decirles que “chimbo” es un término coloquial venezolano para referirse a cosas de mala calidad, lo que los españoles llaman “cutre”. Hecha la aclaratoria, opto por ser más explícito, pues, se que siguen sin entender un carajo.



Sucede que desde hace unos meses ha venido moviéndose en las redes sociales un grupo político universitario, cuyo nombre no diré, caracterizado por difundir (con cierto éxito, sobretodo cuando se meten con el oficialismo) unas imágenes bastante panfletarias, aunque en gran parte también jocosas, donde atacan no sólo al gobierno venezolano, sino a lo que consideran una oposición "colaboracionista", con la misma tendencia ideológica del gobierno. Según ellos, tanto el PSUV (gobierno) como la MUD (oposición) proponen lo mismo, porque ambos son socialistas.

Este punto de vista, similar al de los grupos liberales que marcan distancia con la “oposición mediática” venezolana, predominantemente socialdemócrata, hace creer (si, creer, y ya diré por qué) que ellos (los del grupo político universitario) tienen la receta, la verdadera alternativa al sistema chavista. El 23 de enero, en un acto de la MUD, lograron cierta repercusión mediática más allá de internet, aunque muchos no comprendieron su postura. Unos cuantos equivocados, lamentablemente, si se han creído el cuento. Han sido engañados por esa supuesta derecha de vacío discurso.

2007 ¿la oposición verdadera?


Hace algunos años, en plena efervescencia estudiantil de 2007, formé parte de un movimiento político de tendencia liberal, caracterizado también por marcar distancia con el gobierno y con la oposición centro-izquierdista. Desde nuestro punto de vista, creíamos incoherente combatir el socialismo autoritario con una versión más moderada del mismo, razón por la cual decidimos criticar a ambas tendencias y erigirnos como una oposición verdadera. Esa estrategia, en mi opinión, fue errada, no logramos hacernos entender.No obstante, algo si estaba claro: nosotros si teníamos una propuesta política y económica distinta al resto de los movimientos opositores.



En el año 2007, mientras partidos como UNT hablaban de “democracia social” y gente como Primero Justicia defendía lo mismo pero llamándolo “centro-humanismo” (?) los liberales hablábamos de una economía más libre, y decíamos que la democracia no tenía sentido si servía para oprimir a las minorías y a los individuos a través del voto.


La verdadera polarización venezolana
Muchas cosas sucedieron después. El referéndum contra la reforma constitucional, las elecciones regionales y parlamentarias, las primarias, las elecciones presidenciales. Si bien, muchos liberales continuaron con el abstencionismo, algunos lo vimos como la oportunidad de cambiar para mejor. La utopía liberal no se podía imponer de la noche a la mañana, pero mientras tanto, podíamos recuperar la república votando por la oposición mediática mayoritaria que al menos creía en el Estado de derecho. Nos unimos, ingenuamente, a esa ola de optimismo según la cual al fin perdería Chávez.


De la oposición decepcionada al derechismo "chimbo"



El optimismo terminó el 7 de Octubre de 2012. Tras los resultados de las elecciones presidenciales , muchos seguidores de esa oposición mediática y centro-izquierdista, concentrados en esa coalición llamada MUD (Mesa de la Unidad Democrática) se decepcionaron, no por motivos ideológicos, no porque partidos como UNT tuvieran un discurso similar al del gobierno aunque menos radical, sino porque siguen considerando blanda la actitud de los líderes de esa coalición, incluyendo al nuevamente gobernador de Miranda, Henrique Capriles. Es una verdad indiscutible.


Desde entonces, existe un nicho de opositores desencantados (que incluso habían recuperado su fe y la perdieron otra vez) que no encuentra otra opción política, y ya no cree en el sufragio como método para cambiar la situación del país. No se trata de si el gobierno hizo trampa o no. Sencillamente muchos no creen en el Consejo Nacional Electoral, piensan que la MUD regaló las presidenciales. La realidad es que la MUD no supo manejar la situación, fue torpe al regañar a quienes acusaron de "radicales" por cuestionar el triunfo del PSUV.



60 años, y todavía dicen que es nuevo


Y aqui viene la parte buena: ese descontento, esa decepción, ha sido aprovechada por algunos grupos políticos en su beneficio, buscando captar seguidores anti-comunistas decepcionados de la democracia, tal como han hecho movimientos ultra-nacionalistas, supuestamente "ultraderechistas" en el pasado. Es la “derechimba” fascistoide, recicladora de viejos ideales nacionales, adoradora de la figura de un caudillo militar que definitivamente “no volverá” porque está bien muerto, y que aunque no lo reconoce (aquí viene lo más importante, preparénse) ¡también es socialista!.




Porque la gente de "ORDEN" (disculpen, tenía que decir el nombre, aunque pensé que no debía) trae propuestas "alternativas" como la autarquía económica, la estatización de las industrias básicas, la regulación de precios y la regulación de la actividad económica en general...es decir, lo mismo que ya hacían los adecos y los copeyanos, y ahora hace el chavismo de forma más radical. Pero ellos supuestamente lo harán bien porque "si quieren a su país".

El Nuevo Pérez Jiménez tendrá bigote como Hitler, pero será chistoso como Chaplin

La gente de ORDEN, la "derechimba" fascistoide no pueden ser catalogada de comunista, pues, defienden la iniciativa privada...pero lo mismo se puede decir de los partidos socialdemócratas tan atacados por ellos. De hecho, no hay mucha diferencia entre su plan de gobierno y el “programa mínimo común” del pacto de Punto Fijo. La única diferencia significativa es que hacen apología a un dictador, es decir, no es "socialdemocracia", sino "socialdictocracia",

El mensaje más facho y nacionalista de América Latina!

Los socialdictócratas, esa seudo derecha anti-comunista y también anti-capitalista, no tiene nada que ofrecer, excepto las obras de un gobierno de hace 60 años, el cual estuvo compuesto por gente que ya falleció. Se autodenominan “nacionalistas”, apelando a un patriotismo que resulta inútil sino se aplican políticas económicas que beneficien a ese país que dicen amar tanto, y que en realidad no es una postura ideológica, pues, hasta los comunistas anti-yanquis pueden ser tremendos patriotas.



Usted, opositor decepcionado, no se deje meter gato por liebre. Las posturas pasionales no ayudan a nadie, mucho menos si sirven para resucitar el fantasma de un caudillismo rancio. Ofrecer mano dura sin una verdadera alternativa política-económica es una estafa. Si Usted cree en eso que llaman patria, y de verdad cree amarla, no contribuya a empeorar la enfermedad con remedios "chimbos".